DISEÑO Y PLANEACIÓN DE CURSOS
Al planificar cada clase, mi punto de partida son los objetivos de aprendizaje claramente definidos. Estos me sirven como guía para diseñar actividades que promuevan el desarrollo de las habilidades, competencias y conocimientos específicos que deseo que mis estudiantes adquieran al finalizar el curso. De esta manera, garantizo que todas las actividades estén alineadas con los resultados esperados.
Para complementar mis clases, utilizo una amplia gama de recursos educativos, desde materiales bibliográficos hasta listas de reproducción en plataformas digitales. Esta diversidad de materiales permite a mis estudiantes acceder a la información desde diferentes perspectivas y formatos, fomentando así un aprendizaje más profundo y significativo.
La evaluación se centra en determinar si los estudiantes han logrado los objetivos de aprendizaje establecidos. Para ello, se evalúan tanto los procesos utilizados para completar las actividades como los productos finales, asegurando que los estudiantes demuestren no solo el conocimiento adquirido, sino también las habilidades desarrolladas a lo largo del proceso.
Mi práctica docente se basa en un enfoque que combina el análisis profundo de referentes teóricos y sonoros con la aplicación práctica de estos conocimientos a través de proyectos. De esta forma, al enfrentar desafíos reales y desarrollar soluciones creativas, los estudiantes consolidan su aprendizaje y desarrollan habilidades de pensamiento crítico.